La tonalidad es una manera de organizar la música tomando como referencia, base o centro una nota en particular. Este sistema ha dominado la música occidental desde hace más de 500 años, y aún se mantiene vigente.
La palabra tonalidad además puede ser utilizada para contrastar la música modal (hecha antes del año 1600) y la música atonal (hecha después del año 1900)
Una porción mayoritaria de la música alrededor del mundo puede ser categorizada como tonal; sin embargo, existen ciertas tradiciones musicales que no operan completa o parcialmente de acuerdo a las reglas asumidas de la tonalidad, obvios ejemplos serían las canciones celtas o el blues.
La tónica
Esta nota base, llamada tónica, le da el nombre a la tonalidad y es el punto de partida desde el cual se generan el resto de notas que la conforman, ya sea de manera ascendente o descendente, siguiendo un patrón de distancias que conocemos como escala (de ahí que ambos conceptos estén íntimamente relacionados).
Ejemplo de tonalidad
En la tonalidad de do mayor, la tónica es la nota do (C), un intervalo de quinta hacia arriba de la tónica encontramos sol (G) que se conoce como dominante, un intervalo de quinta hacia abajo encontramos (F) conocida como subdominante.
Uniendo las notas que contienen estos tres acordes, do mayor, fa mayor y sol mayor, conseguimos todas las notas de la tonalidad; existen además una larga lista de canciones que usan únicamente estos acordes. Los conceptos de tónica, dominante y subdominante son fundamentales en la teoría tonal.
Tendencias
En el sistema tonal, las notas de la tonalidad pueden crear tensión o liberarla a medida que se alejan o acercan a la tónica, creando un efecto auditivo similar al de la gravedad. En la tonalidad de do mayor, la nota si (B) es la que se encuentra más cerca de la tónica do (C), y se atribuye a esta cercanía la tendencia de que la nota si (B) resuelva o se dirija a do (C).
Ventajas
• Dominar el concepto de tonalidad nos acerca a entender la música tonal y por ende la mayoría de la música que escuchamos a diario. Por ejemplo, la música folklórica más simple tiende a empezar y terminar con la tónica y con el acorde de tónica.
• Conociendo la tónica de una tonalidad podemos inferir con mayor facilidad el resto de notas y acordes que conforman una canción; si hablamos de tríadas por ejemplo siempre tendrá una tonalidad mayor tres acordes mayores, tres acordes menores y uno disminuido.